El cirio ‘En cada Lágrima, una vida’ ya escolta a la Santísima Virgen en su paso. Un año más hemos vivido momentos de verdadera emoción en el acto de fundición junto a un numeroso grupo de donantes, trasplantados y familiares, nuestro estimado Doctor Pérez Bernal y nuestra querida Asociación de Trasplantados de Médula Ósea de Sevilla (ATMOS).
Nunca será suficientes las muestras de admiración y agradecimiento hacia aquellos que en un gesto pleno de amor y solidaridad deciden ser donantes de sangre, médula u órganos, y hacia aquellos que aguardan con esperanza ese gesto.
Por eso en Santa Catalina nunca nos cansaremos de proclamar: ‘En cada Lágrima, una vida’.
Que Nuestra Bendita Madre de las Lágrimas siga acogiendo bajo su manto a todos los donantes y trasplantados.