Y llegó el día esperado. Es Jueves Santo. La luz del día será la señal de que algo importante ocurre, que nos disponemos a vivir un nuevo rito heredado de siglos que a pesar del tiempo transcurrido sigue con su mensaje vigente, cuatro siglos de generaciones que nos han ido transmitiendo su fe y su devoción.

Día grande en Santa Catalina, con sus mejores galas, vecinos y hermanos que se reencuentran en torno a su Hermandad, mañana de rezos, de visitas, de comprobar el puesto en la Cofradía, de disfrutar y apreciar tantos detalles que atesoran nuestros Pasos.

Túnicas preparadas para revestirnos de discípulos de Cristo, blanco de pureza y morado penitencia, medalla al cuello con cordón desgastado por el paso de los años que te acompañan en los Cultos de la Hermandad. Túnica que nos compromete a Exaltar la Cruz salvadora y a enjugar las Lágrimas de la Madre.

Peregrinamos en nuestra Estación de Penitencia en este año jubilar a  nuestro Templo Metropolitano para adorar en espíritu y verdad al Señor presente en el Monumento, tiempo de Oración y meditación, de ser nazarenos de la Exaltación que caminamos en este año de júbilo para la Iglesia siendo sembradores de esperanza, evangelizadores en una sociedad que cambia de valores sin tener en cuenta los lazos del pasado.

Qué día más hermoso para hacer nuestra Estación de Penitencia. Es el día del amor fraterno, para manifestar públicamente la labor de la Hermandad durante todo el año, para ser voceros de la necesidad de la donación de médula ósea para salvar vidas  que se guardan entre sus Lágrimas; para dignificar la vida de nuestros hermanos,  que por circunstancias lo pasan mal;  y por los Niños de mirada y corazón limpio que nos alegran con su presencia en cuya Casa manda el corazón. Nazarenos sembradores de esperanza que servimos al hermano como Cristo lo hizo en el Lavatorio de los pies. Día de la Institución de la Eucaristía y del Orden Sacerdotal. Que júbilo y que gracia nos concede el Señor haciendo Estación de Penitencia el Jueves Santo.

Y volveremos a Santa Catalina con la certeza del deber cumplido, de estar orgullosos de haber sido nazarenos de la Exaltación. Nos esperarán durante todo el año en su Capilla. No les fallemos.

Buena Estación de Penitencia.

José García Rufo.

Hermano Mayor.